Una pregunta sencilla, una respuesta difícil

Generalmente mis figuras están dentro de una vitrina que mandé hacer hace poco menos de un año, pero cuando tengo que hacer una sesión fotográfica procuro sacar todas las figuras que necesito, de tal manera que termino con el cuarto lleno de Transformers por todas partes, invaden libreros y repisas, ¡incluso la cama!

Hace unos días, mientras estaba en eso de las fotografías para la entrada #100 del blog me surgió una duda al ver mi habitación llena de juguetes en todas partes:

¿Un joven adulto normal (pongamos de 27 a 35 años) tendría la capacidad para jugar como un niño con juguetes durante un período de una hora continua?

Y me refiero a jugar, jugar; no con las reglas propias de, por ejemplo, un juego de rol, o con el conocimiento enciclopédico de un fan, o con reglas fijas, castigos y premios propios de un juego didáctico.

No, me refiero a jugar como cuando éramos niños, cuando la trama, ya fuera sencilla o compleja, podía durar horas, cuando los buenos podían sortear cualquier clase de riesgo, cuando los malos de pronto podían ser buenos, cuando los personajes entraban y salían de la trama, cuando cualquiera de tus juguetes podía volar, nadar, correr...

Y entonces sale y dispara, pero no le da, y el otro vuela, y...

¿Ustedes recuerdan la última vez que jugaron con juguetes igual que un niño? Yo sí, tendría unos dieciocho años, estaba sacudiendo mis figuras del estante donde las tenía entonces (reconozco que toda mi vida he sido juguetero) y estaban regadas por toda la cama y fue culpa de mi amigo A. que empezamos a jugar, por el simple hecho de que todo estaba revuelto, así que para sacar una pieza era preciso desengancharla de otras veinte piezas. En poco minutos teníamos una trama sórdida, ligera, divertida...

Recuerdo que en algún momento me sentí algo tonto, pero no me importó, seguí jugando hasta que todo quedó ordenado. También recuerdo la penúltima vez que jugué, esta vez fue con Tazos de Pokemón, y también fue con este amigo, estuvimos varias horas aventando los tazos hasta que el hambre nos obligó a salir de la casa. Quizás por entonces tendría unos diecisiete años.

Fotografía del post : Algunos Juguetes de mi infancia

De hecho esta pregunta es común en los foros de figuras coleccionables, y usualmente todo mundo acepta que aún juega con sus colecciones, pero leyendo atentamente las respuestas uno adivina que por juego se entiende sólo manipular la figura unos instantes.

No, yo me refiero a otra cosa, mi pregunta está dirigida a otro punto, mi duda básica es que si un adulto tiene aún la tenacidad ludica que sólo da la ligereza del corazón de un niño.

No estoy apelando a la inmadurez ni cosa parecido, mi pregunta es una cebolla, incluye mil preguntas más por dentro, ¿que tienes ahora en tu corazón que te impide jugar, liberarte y dejarte a ti mismo ser feliz?

Ayer un amigo estaba todo alterado en la tarde, la vida parece agobiarle y yo siempre lo estoy animando a que viva el momento presente, a que sea consciente de lo que hace en cada instante, a ser donde está.

Mi hermana y yo jugamos durante horas con este set en nuestra infancia

Convivo mucho con mi sobrina de dos años, eso me permite admirar y redecubrir los resortes del juego; hace tiempo leí que el juego es un ensayo de la vida adulta, es una proyección, es un entrenamiento... yo les propongo, ¡vamos a jugar!, vamos a botar por un momento nuestras preocupaciones, incluso las que puede acarrear el coleccionismo (eso es tema de otro post).

Les voy a confesar otra cosa: cuando compro figuras Legends Class juego un rato con ellas. No sé, yo si quiero intentarlo, yo sí quiero saber si aún soy capaz de jugar.

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El camarada Lord Duarth nos una respuesta a esta entrada en "Y soy Adicto al plástico": Pregunta leída muy de mañana

También la Fangirl Kisachi nos responde con una entrada en su blog "Fangirl Vs": deja lo que estás haciendo... y jugá con tus Transformers!!
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Muchas gracias a todos por sus felicitaciones, por sus lecturas y sus comentarios, ¡en serio!, no deja de sorprenderme que me lean, les juro que cuando empecé esto no era mi intención conseguir lectores, sino llevar una bitácora de las cosas que voy pensando sobre mis juguetes, pero nada mejor que poder compartirlo, soy un firme creyente de la socialización del conocimiento.

Con este post cerramos el mes de aniversario, pero, ¿cómo ven si lo alargamos un poquito, al menos hasta que entreguemos los juguetes, que por cierto, ya tengo ideadas todas las fotografías...